Los asesinos silenciosos de las mujeres; 5 enfermedades peligrosas de los ovarios que se acercan imperceptiblemente.

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Si bien es cierto, cuando hay una afección en los ovarios, es fácil confundir sus síntomas con otro tipo de patologías. Por eso se aconseja siempre asistir al especialista para evitar que el malestar avance.

Como bien sabemos, los ovarios son glándulas sexuales femeninas súper importantes en la mujer, pues son los responsables de producir los óvulos y regular los procesos hormonales más importantes del cuerpo.

Los ovarios son los responsables de producir estrógenos y progesterona, además son los responsables del buen funcionamiento del aparato reproductor femenino.

De modo que cuando llega la menopausia, los ovarios dejan de liberar óvulos y reducen la producción de hormonas, lo cual desencadena una serie de cambios en el organismo, a los cuales hay que estar atentos, pues muchas veces representan un riesgo.

Aquí te ofrecemos una pequeña lista de las posibles patologías que pueden afectar a estos órganos tan importantes del cuerpo, para que sepas de qué cuidarte.

Cáncer de Ovario

Es un cáncer poco común, sin embargo el responsable de la mayoría de las muertes, puesto que es muy difícil detectarlo.

Por lo general los síntomas de esta enfermedad son silenciosos y casi imperceptibles; pero en algunas ocasiones se suelen confundir con otras enfermedades, por eso cuesta tanto identificarlo.

Estos son algunos síntomas a los que debes estar atenta:

  • Pesadez en la zona pélvica.
  • Dolor en la parte baja del abdomen.
  • Aumento o pérdida de peso repentinos.
  • Sangrados entre periodos menstruales.
  • Períodos menstruales irregulares.
  • Dolor en la parte baja de la espalda.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida del apetito.

Este tipo de cáncer es posible de superar si se detecta a tiempo y los puntos más álgidos del tratamiento incluyen cirugía y quimioterapias.

Quistes ováricos

Los quistes son pequeños sacos llenos de líquido que se desarrollan bien sea en la parte superior o interna de los ovarios.

Se estima que un importante porcentaje de las mujeres sufre de quistes ováricos a lo largo de su vida, pero muchas veces éstos desaparecen sin que la persona lo sepa, pues suelen ser asintomáticos y no peligrosos.

Son pocos los casos en los que los quistes ováricos son cancerosos, sobre todo en mujeres menores de 50 años.

El tratamiento de esta patología depende del tamaño del quiste y la edad de la mujer. Afortunadamente en muchos casos se controlan con tratamientos y sin necesidad de llegar a hacer cirugía.

Síndrome de Ovarios Poliquísticos

Este síndrome aparece cuando los ovarios producen demasiada cantidad de hormonas masculinas; esto desemboca en el desarrollo de quistes junto a síntomas peligrosos para la calidad de vida de la mujer.

Las mujeres que padecen esta patología tienen mayor riesgo de sufrir diabetes, síndrome metabólico o enfermedades asociadas al sistema cardiovascular.

Estos son algunos de los síntomas:

  • Imposibilidad para concebir (infertilidad).
  • Dolor pélvico.
  • Crecimiento excesivo de vellos en casi todas las áreas del cuerpo.
  • Caída del cabello o debilitamiento del mismo.
  • Piel grasosa y acné.
  • Engrosamiento de la piel con un color marrón o negro

Para controlar todo esto el médico puede recetar algunos medicamentos de regulación hormonal, así como ciertos hábitos saludables.

Falla ovárica prematura

Se refiere a cuando los ovarios dejan de producir óvulos, en consecuencia produce infertilidad además de cambios hormonales.

Se solía asociar esta enfermedad con la menopausia prematura; sin embargo, luego se determinó que no era igual, pues muchas mujeres que padecían esta falla ovárica, seguían menstruando ocasionalmente.

Hasta ahora no se conoce de ningún tratamiento verdaderamente eficaz para restablecer el funcionamiento normal de los ovarios; por lo que solo en algunos casos las mujeres que lo padecen han logrado concebir.

Torsión Ovárica

Esta afección genera un fuerte dolor en la parte baja del abdomen que a veces llega hasta los costados de la espalda y los muslos. Se puede presentar en cualquier etapa de la vida de la mujer, pero es más común en mujeres jóvenes.

Esta patología ocupa el quinto lugar entre las emergencias ginecológicas más comunes y generalmente requiere de una intervención quirúrgica.

Se aconseja siempre consultar al ginecólogo regularmente para tener un diagnóstico oportuno y poder atacar cualquier anomalía.

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